La pequeña esperanza, nuestra perrita adoptada por un valioso papá y apadrinada por una gran mujer, hoy recibió su primera consulta médica. Le fueron suministrados los medicamentos de urgencias para tratar su excaviosis, así como los problemas derivados de la desnutrición, consecuencia de su situación de calle.
La primera mascota de Hijos de Morán ha comenzado a cosechar los frutos del milagro de amar sin fronteras, sin razas, sin distingo de color religión y hasta especie y es muestra de que Juntos podemos.